Ir al contenido principal

Guainía está preparado para el Coronavirus?


El 6 de marzo el Ministerio de Salud confirmó el primer caso positivo oficial de COVID-19, que anunciaba que la pandemia, extendida por el mundo, había llegado a Colombia. 

Al momento de escribir este texto van reportados 93 casos en el país en los departamentos de Cundinamarca, Antioquia, Valle del Cauca, Bolívar, Atlántico, Norte de Santander, Santander, Caldas, Risaralda, Quindío, Huila, Tolima, y Meta, siendo la ciudad más afectada Bogotá con 43 casos a la espera de nuevos reportes y hasta llegar a un punto de inflexión que todavía está por determinar.

El domingo 22 de marzo, el presidente de la república, Iván Duque hizo su aparición en televisión en compañía de la Ministra de Educación, y de Salud, para anunciar varias medidas encaminadas a contener una posible crisis de contagio masivo con las consecuencias a nivel de salud pública y económicas que esto podría traer. El cierre de colegios oficiales y universidades la restricción de las concentraciones de personas inicialmente a 50 y posteriormente a 10, el cierre de algunas oficinas del Estado y el traslado de atención a través de internet y por vía telefónica, entre otras cosas.  

Con casos en 13 de los 32 departamentos en apenas 13 días, a pesar de la intensificación de los controles en aeropuertos, terminales y lugares públicos, es de esperarse que, de no tomar medidas (e incluso si se las toma), el COVID-19 llegue a territorio del Guainía. Ello supone un gran riesgo para el departamento puesto que la infraestructura de la red hospitalaria en el departamento es, en el mejor de los casos, la de un hospital de segundo nivel. 

En la actualidad el Hospital Manuel Elkin Patarroyo de Inírida no cuenta con camas de cuidados intensivos ni cuidados intermedios y tan solo dispone de una sala de cuidados especiales con dos camas y un respirador, lo que supondría que, en caso de presentarse pacientes con complicaciones graves de salud, tendrían que ser remitidos a ciudades como Villavicencio o Bogotá, que se verán obligadas a absorber los impactos de la emergencia en otros territorios con las implicaciones que esto traería para sus infraestructuras. 

En un cálculo realizado por Víctor de Currea Lugo, PHD en salud pública, basado en las estadísticas que se disponen de la pandemia se estima que, en caso de no existir las medidas pertinentes por parte de las instituciones y la sociedad, el nivel de contagio, en el peor de los casos, puede alcanzar una cifra entre 40 y 70% de la población, tomando estos datos y teniendo en cuenta los porcentajes de casos que no presentan síntomas, los que presentan síntomas leves, los casos de complicaciones graves y las tasa de mortalidad que oscilan entre el 6,7% en el caso de Italia y el 0,8% Corea del sur, se establece que en la sola ciudad de Bogotá podría llegar a tenerse hasta 56 mil casos que requieran cuidados intensivos.

Replicando este ejercicio, si se tiene en cuenta que la población del Guainía, según proyecciones del DANE, es de 44844 habitantes y la de Inírida de 15600 para el año 2020, estaríamos hablando de entre 312 y 546 casos a nivel de municipal y de 896 a 1569 casos a nivel departamental con complicaciones graves de salud. 

Lo anterior lejos de mover al pánico debe hacer énfasis en de la necesidad de tomar la emergencia con todo el rigor que amerita en un momento en que es posible prevenir y controlar.

Por ello las Secretarías de Salud departamental y municipal y la Secretaría municipal de Planeación han tomado medidas al respecto que buscan impedir la entrada de particulares al departamento, establecen restricciones para el desarrollo de reuniones, de todo tipo, así como la circulación de personas en horas de la noche, entre varias estrategias, que se suman a las ya tomadas a nivel nacional como el cierre de colegios que opera desde el lunes 16 de marzo y las de nivel local como cierre de algunos resguardos y cabildos por parte de las autoridades indígenas de estos territorios.
El éxito de estas medidas depende en gran parte del rigor para aplicarlas por parte de las autoridades, pero, también, por supuesto, de su correcto acatamiento por parte de la población que a veces no comprende la magnitud del problema por falta de información o por la desinformación que cunde en redes sociales y demás espacios de la cotidianidad.

¿Está preparado el Guainía para enfrentar la pandemia del COVID-19? ¿Cuáles son los impactos sociales y económicos de esta emergencia que podría llegar al departamento? Ese es el tema de este episodio especial de Debate Entre ríos


Comentarios

Entradas populares de este blog

Estudiar desde casa

Con el anuncio del cierre de colegios por parte del presidente Iván Duque el pasado 15 de marzo, cerca de 10 millones de niños y jóvenes de todo el país fueron enviados a sus casas como medida preventiva que buscaba impedir un escenario de contagio masivo, toda vez que Colombia había reportado desde el 6 de marzo el primer caso de COVID-19 en el país. El cierre de instituciones educativas era una decisión lógica puesto que los niños y jóvenes son los mayores transmisores de este coronavirus al ser, la gran mayoría de ellos, portadores asintomáticos, esto significa que pese a portar el virus Sars-Cov 2 no presentan síntomas, pero sí pueden transmitirlo entre ellos y a las personas con quienes se relacionan incluidos familiares, vecinos, personas de la tercera edad, etc. Si impedir las grandes concentraciones de personas era una medida lógica, para contener la enfermedad el cierre de colegios, espacio donde los niños interactúan constantemente entrando en contacto unos con ot...